En lo más alto del Cerro Champaquí, nacen los arroyos que dan vida a buena parte de Córdoba. Entre piedras, raíces y nieblas de altura, el agua surge pura, generosa, silenciosa. No hay elemento más sencillo y a la vez más vital. Hoy, en el Día Mundial del Agua, celebramos su presencia como símbolo de vida, equilibrio y futuro.
Cada gota que fluye por las sierras nos habla del delicado equilibrio que sostiene nuestros ecosistemas. Por eso, preservar el agua es cuidar la vida misma. En un mundo cada vez más cambiante, garantizar su presencia es una tarea colectiva, profunda y urgente.
Desde nuestra fundación Sembradores de Agua 🌱, impulsamos acciones concretas para restaurar los bosques de altura, proteger las nacientes y devolverle al paisaje su capacidad de conservar el agua. Lo hacemos con manos que siembran, con pies que caminan la montaña y con corazones comprometidos con las generaciones que vendrán.
Hoy no hablamos de problemas, sino de oportunidades 🌎. Oportunidades para aprender de la naturaleza, para vivir con más conciencia, para construir una relación respetuosa con el entorno que nos sostiene.
Que en cada rincón de nuestra provincia el agua siga siendo un derecho, un milagro y una inspiración 💙. Y que nunca falte en los caminos… ni en los corazones de quienes aman la montaña ⛰️.
