¿Se puede en un día?

¿Se puede realizar el circuito tradicional del Champaquí en un día?

Esta pregunta la escuchamos periódicamente en nuestras excursiones. A muchos le invade la curiosidad por saber cuán apto puede ser un caminante para realizar el recorrido del Champaquí lo más rápido posible. Hasta hace poco, nosotros solo manejábamos la respuesta de las cinco horas, tiempo que les llevó a los ganadores de la última carrera de aventura.

«Cinco Horas??? Increíble!!!» es la exclamación automática de todos aquellos que en el medio del sendero, cansados, no lo pueden creer. El circuito se realiza en tres días, resulta exigente, hasta para aquellos que tienen experiencia en Alta Montaña, el desnivel y la distancia a recorrer merecen el mayor de los respetos. 

Uno de los pecados más graves cuando uno practica esta actividad es «Subestimar y/o Sobreestimar la montaña»; creer que se puede usar una lógica común para anticipar el rendimiento físico. Pensar que se puede caminar 43 km. en 5 horas con un desnivel de 1.400 mts. resulta imposible y se imaginan SuperHombres con virtudes especiales.

Algunas veces recibimos consultas de interesados en intentarlo en un día. Nuestra respuesta era desalentadora, ya que esta modalidad nos resultaba ajena a nuestro principios, no permitía disfrutar cada paso, cada lugar, cada paisaje y se tornaba hasta fastidiosa. Nunca nos dejamos apremiar por el tiempo, salvo en situaciones complicadas, de noche o niebla. Siempre defendimos la idea de hacerlo lento, para que se cociera bien.

Pero esta vez nos animamos al desafío, tal vez porque intuímos que los interesados rendían la condiciones básicas de aptitud fisica y de predisposición al esfuerzo. Fue entonces que nos pusimos de acuerdo con Alfredo y Fernando, Padre e Hijo, y lo intentamos.

Desde Villa Alpina hasta la cima, 22 km. nos demandó cinco horas. El ritmo de marcha fue sostenido y por momentos nuestros cuerpos se movían al límite. De este tramo se destaca la belleza del amanecer, el silencio de la mañana y la pureza del aire a esa hora. Una vez en la cima, la montaña se cerró por completo y la niebla nos acompañó hasta el regreso a Villa alpina, otras cinco horas.

Ahora nuestra perspectiva cambia, creemos que la experiencia de subir al Champaquí en una jornada es totalmente aconsejable, para aquellos que tienen una aptitud física óptima. El placer de llevar nuestro cuerpo al limite, es sumamente agradable, al punto que suple la falta de contemplación de paisajes.