Ascenso a la Cima

El sendero que nos acercará a la cumbre, en este zona, está calado en la piedra como una canaleta, muestra de la erosión hídrica y eólica.

A poco de andar aparece la Cascada, que es uno de los más hermosos espectáculos del Champaquí, que obliga a los caminantes a disfrutar del agua fresca y de su música habitual. De regreso al sendero pedregoso, y entre interesantes diques pigmatíticos que sorprenden por su escultural formación, se encuentra la denominada Piedra Bautismal, equilibrada forma rocosa.

Son pocos los arroyos que aparecen. Los dos más importantes nutren una de las zonas más bellas del camino. Acompañan flores silvestres, tabaquillos a granel y curiosos reptiles. Franqueado ese oasis entre las rocas inertes, una nueva bifurcación invita, hacia la derecha, a visitar la Casa de Piedra o también conocida como la “Cueva de los Cuarenta”, ya que ésta considerable cueva supo cobijar a cuarenta caballos con sus jinetes en el fragor de una tempestad. Junto a su ingreso, fiel guardián, un viejísimo tabaquillo. Es seguro que no se puede encontrar en todas las Sierras de Córdoba, otro a mayor altura sobre el nivel del mar. En la mencionada bifurcación, el sendero hacia la izquierda nos llevará hasta el Refugio del Minero o “Kiosquito”, concavidad a espaldas de la Cueva de los Cuarenta, zona de descanso a la cual se arriba tras bordear los Ríos Congelados (solo apreciados en época invernal).

La caminata se hace lenta y ya se respira con dificultad. El Cañón o paso de las “Piedras Gemelas” es una zona con rocas partidas, desprendidas y desordenadas de grandes proporciones. Es necesario ayudarse con las manos, cuidando de golpes los tobillos y las rodillas. Rara vez corre a un lado un hilito de agua transparente. La figura de un Cristo de Hierro protege uno de los últimos tramos. La voluntad se pone a prueba.

Metros más arriba, el “Tobogán”, gran piedra lisa, demandará las más variadas destrezas para cerrar el último esfuerzo hacia la esperada cumbre. En este lugar, en épocas de gran afluencia, ya se pueden escuchar las expresiones de alegría de quienes llegaron, lo que motiva y entusiasma sobremanera.

“Jamás te digas que eres incapaz. Más bien, imagina que puedes alcanzar tu objetivo y aplica tus capacidades a lograr tu propósito. ¡Persiste con tenacidad! No importa que tengas que sufrir tribulaciones y situaciones complicadas. Incita todas tus energías mentales y emocionales para salir adelante. Y, si la crisis, es extrema ponte en manos de Dios Todopoderoso que tanto te ama, con la segura esperanza de que todo saldrá a las mil maravillas. Cuando alguien dice: ‘esto es imposible’, suele ser interrumpido por alguien que ya lo hizo.” Tiberio López Fernández