Sobre cada uno de los montículos rocosos del morro cimero, la mano del hombre ha ido dejando el testimonio de su paso. Trazando líneas imaginarias desde todos ellos, se dibuja un polígono pentagonal dentro de cuyo recinto se encierra la concavidad que muchas veces contiene agua. Todo dando el marco a la leyenda del Champaquí.
En dirección NNW del busto de San Martín, se ubica el de Jorge Newbery; quebrando la línea imaginaria hacia NE se alcanza el mástil. Desde el mástil al SE se llega al ángulo que marca el Hito del I.G.M. donde se identifican los 2.790 msnm., es una pequeña torrecita que a veces se emplea para lanzar señales luminosas; finalmente desde ésta hacia el S, la línea toca a la Cruz enclavada en el cerro.
Los que tengan espíritu matemático, podrán verificar la fórmula de Herón: según ésta, tomando como vértices de ángulos los cinco puntos enunciados, la superficie de la cima es de 2.822 m2, es decir, aproximadamente un tercio de manzana urbana.
Cumbre y meditación: contacto íntimo con la naturaleza y con uno mismo. Es ese sentimiento de volver a casa, no es mantra ni oración. A decir de Osho: No hay otro dónde, es solamente estar dónde estás… ocupar ese espacio en el que estás… Es el premio al esfuerzo, una ofrenda eminente del Cerro Champaquí.
Amanecer
Mediodía
Atardecer
Medianoche