Mujeres cautivas. Durante la conquista, las leyendas sobre el oro, guió los pasos de los españoles y fue motivo de distintas rutas. También de leyendas, sobre ciudades imaginarias, jamás encontradas, entre ellas la Ciudad de los Césares…
Juan Días de Solís, había oido hablar de una sierra de plata y de un famoso Rey Blanco. El fabuloso tesoro de los Incas, había trascendido a los aborígenes del territorio argentino y ellos dieron noticias vagas a los conquistadores españoles…
Sebastián Gaboto, construye el fuerte sobre el río Carcarañá y remonta el río Paraná, esperando encontrar algún informe del grumete Francisco del Puerto, sobre la ciudad del oro y la sierra de plata que llegó con la expedición de Solís y quedó quince años, con los indios del Delta del río Paraná. De regreso envía al Capitán Francisco César con otros soldados a remontar el río Carcarañá y de allí el actual río Tercero, que nace en las sierras de Calamuchita. Se conoce la ruta seguida por los conquistadores, incluso se sabe por las crónicas de la época, Francisco de César hizo cumbre en el Cerro Champaquí y al divisar hacia el actual valle de San Javier, como era un día brumoso, lo confundió con un mar en la lejanía, pensando que era el tan buscado por Díaz y Solís… Al regreso al fuerte, lo encuentra destruido. Tienen piezas de oro y plata y unas piedras verdes como esmeraldas (Berilo), desde allí deciden irse al Perú, en donde narran sus aventuras, surgiendo de ello la leyenda de la Ciudad de los Césares o de la Ciudad de Lin Lin.
Los hombres de César buscaron la Ciudad encantada llamada por distintos nombres: Ciudad del Rey Blanco, Sierra del Plata, Ciudad del Oro, Trapalanda y Lin Lin, entre sus denominaciones, quedó la de Ciudad de los Césares. Hoy los estudios de historia de la conquista dicen que el Valle de Calamuchita era considerado como uno de los posibles lugares donde residía un pueblo con fabulosas riquezas regido por un Rey Blanco de nombre Lin Lin.
Fuente: Juan Chuit – Yacanto de Calamuchita